viernes, septiembre 23, 2005

Gladiator


Me llamo Máximo Décimo Meridio. Comandante de los ejércitos del norte. General de las legiones Félix. Leal servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado. Marido de una mujer asesinada. Y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra.

De lo mejorcito que ha hecho Ridley Scott desde Blade Runner. Vale que se parece extrañamente a La caída del Imperio Romano. Vale que el final resulte poco creíble. Vale que pueda resultar excesiva en algunos momentos. Pero a mí me gusta. Puro espectáculo Hollywood.

La historia creo que es conocida. Un moribundo emperador decide delegar su poder en Máximo, su leal general, para devolver el control al Senado. Sin embargo, el despótico hijo del emperador se entera, mata a su padre y ordena la muerte de Máximo y su familia. El general logra escapar pero no puede evitar la muerte de su mujer y su hijo. Desesperado y débil, es hecho esclavo y entrenado para convertirse en gladiador. De ese momento, su único deseo es llegar a lo más alto para vengarse de Cómodo.

La película funciona gracias a su ritmo. La batalla inicial es magnífica. Los combates en el Coliseo son espectaculares. La banda sonora es muy buena (hay momentos con extraños parecidos a la de Piratas del Caribe). El papel protagonista parece que estaba hecho a la medida de Rusell Crowe. Joaquin Phoenix hace un buen trabajo como Cómodo aunque a veces se excede. Los secundarios, de lujo. Por poner contras, la historia es bastante tópica. Salen los temas típicos de la pelis de romanos: poder, corrupción, exceso, venganza, etc. Como nota curiosa se insinúa el tema del incesto entre Cómodo y Lucilla, su hermana. Y el final, pese a ser espectacular, resulta poco creíble.
Además, como las buenas películas, deja frases memorables: Mi nombre es Gladiador; Fuerza y Honor; A mi señal, ira y fuego; Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad. Y por fin los efectos digitales se usan para algo útil: reconstruir magníficamente un coliseo, en vez de añadir medio billón de soldaditos por el método de copy-paste (las batallas son espectaculares desde dentro, no desde una vista área).
  • NOTA: 8,5/10
  • Lo mejor: la batalla inicial. Por fin se ve el invierno y el frío en una de romanos. Parece que siempre hace sol y calor en Roma y que todos van luciendo la toga con clase y estilo. Reconforta ver a los romanos bien abrigaditos y pasando un frío de c...
  • Lo peor: gran parte de lo que pasa entre medias de las escenas claves puede resultar intrascendente.
Una reflexión final. Los romanos eran una civilización avanzada pero disfrutaban de la muerte en directo. Hoy en día vamos a ver películas como ésta, que recrean con todo lujo de detalles dichas masacres y otras similares de la Historia, buscando el espectáculo del mismo modo que lo hacían los antiguos romanos. Asistimos impávidos a ejecuciones en directo o bombardeos teledirigidos. ¿Ha cambiado algo la Humanidad en 2000 años?

jueves, septiembre 08, 2005

Armstrong: ¿el regreso?

Parece ser que el asunto del doping por EPO en el 99 ha cabreado mucho a Lance Armstrong y medita correr el Tour del año que viene.
¿Fantasmada, desafío, ansia de revancha? Quién lo sabe. Lo que sí es cierto es que, si corriese el año que viene, tendría muchas posibilidades de ganarlo, por varios motivos:
  • Su motivación: darle en el morro a los franceses/gabachos/franchutes, etc. Puede ser una causa poco deportiva pero seguramente contaría con un gran apoyo popular (no francés claro) que antes solía tener en contra. No descartaría juego sucio por parte de organizadores y prensa afín. Estarían todos con el cuchillo entre los dientes.
  • Los rivales: el año que viene estarán tipos como Valverde, Basso, Menchov y algún estadounidense que aparecerá para comerse el mundo. El resto tienen la moral completamente comida desde el año 2000, y si encima tienen que soportar el palo de volver a ver a Armstrong un año más cuando lo creían retirado, apaga y vámonos. Por tanto, creo que no sería una dificultad insalvable para el tejano.
  • Estado de forma. Es un año más viejo y eso no ayuda, pero muchas veces es cuestión de cabeza. Si está motivado (que parece que sí) y se lo cree, se quedaría en un problema secundario.
  • El equipo: sólo el hecho de que Armstrong vuelva a correr en su último Tour (a ver si es verdad) supondría una brutal inyección de dinero para el Discovery o como se llamara. Esto se traduce en fichar a golpe de talonario a los mejores gregarios y secundarios que despuntan para trabajar al lado del jefe.
  • Reto deportivo. Nadie había ganado 6 Tours. Nadie había ganado 7 Tours. Pero ya 8... Despejaría toda duda sobre quién es el mejor ciclista de la Historia, si es que no estaba claro. Sería de agradecer que ese mismo año corriese la Vuelta a modo de homenaje a la gran vuelta que le vio renacer como ciclista (quedó 4º en el 98 tras salir del cáncer). No sería necesario que ganase, sólo que estuviese.

domingo, septiembre 04, 2005

¿Por qué las series españolas son tan malas?

Que nadie se alarme, sólo se trata de un titular sensacionalista para llamar la atención.

Ahora toca contestar a la pregunta. Afortunadamente dispongo de la posibilidad de ver los canales del satélite donde se emiten muchas series estadounidenses que luego se estrenan a deshora en los canales nacionales. Y tengo que decir que no hay color, por muchos motivos que detallo a continuación:
  • Originalidad. Asumo que en televisión todo está inventado y todo se copia. Tal vez la única novedad en los últimos años haya sido Gran Hermano. Sin embargo, en las series USA hay lugar para el riesgo y la innovación (véase A dos metros bajo tierra), mientras que aquí se limitan a copiar adaptándolo a la realidad nacional. En este aspecto, si hay que salvar algo puede que sea Aquí no hay quien viva o Motivos personales, pero sin pasarse.
  • Producción. En las series estadounidenses se nota en cada plano la enorme cantidad de dinero que hay metida y eso redunda en la calidad del producto. Cierto que aquí la cosa está muy malita pero se supliría con originalidad e imaginación, algo de lo que la mayoría de series carecen. Ejemplo positivo: Farmacia de guardia, serie familiar que duró mucho con apenas tres decorados (calle, mostrador de la farmacia y rebotica).
  • Duración. ¿Por qué los episodios de las series españolas tienen que durar tanto? Bueno, la explicación es que de este modo meten más bloques de publicidad y ganan más dinero (que no va a parar a producción, eso seguro). Consecuencia de esto: la mitad de cualquier capítulo sobra, alargan tramas inútiles o introducen personajes inútiles para dichas tramas. Ejemplo negativo (por poner uno): Siete vidas. La gente dice que Siete vidas es Friends a la española. ¡Un poquito de por favor! Un episodio de Friends dura 22 minutos, con lo que se mete en un bloque de media hora con 6-8 minutos de publicidad, que en EE.UU. son valiosísimos debido a la gran audiencia de la serie. Un capítulo de Siete vidas puede acercarse facilmente a la hora, con 25 minutos de anuncios por lo menos. Si algo se puede aprender de las comedias USA es que todas duran menos de media hora y lleva funcionando así desde los años 70. ¿Qué narices hacemos aquí? Al menos ya no sale Willy Toledo.
  • Personajes. Si hay algo que me cuesta comprender es por qué hay tantísimos personajes en las series españolas. Al parecer es un esfuerzo para que la serie interese a todos los grupos de edad: tenemos niños, niñas, pavos, pavas, jóvenes, adultos, ancianos, perro y chacha. Uno podría pensar que se trata de una serie coral donde todos tienen su protagonismo y las tramas afectan a todos los personajes. Nada más lejos de la realidad: la serie prototipo española es un remiendo de 9 insulsas miniseries protagonizadas por representantes de los grupos mencionados anteriormente. Su único vínculo es un apocalíptico desayuno, las bodas y los partidos del Real Madrid. El resto del tiempo son completos desconocidos los unos para los otros. Ejemplos paradigmáticos: Médico de familia, y más actualmente, Los Serrano y Mis adorables vecinos.
  • Sabotaje. Si hay una razón por la que no triunfan en España las series estadounidenses puede deberse al maltrato continuo al que las someten los programadores. Sin ir más lejos, el otro día había dejado al presidente Josiah Bartlet (El ala oeste de la Casa Blanca) como ganador del debate electoral. Al día siguiente, estaba redactando su discurso de investidura. ¿Ein? ¿No había capítulos sobre la noche electoral? Se habían saltado dos capítulos, así por las buenas. Ya había asumido que echasen el programa a las 2 de la mañana pero esto es un cachondeo. Por no hablar de lo que hicieron en TVE-1 al principio con Perdidos: los domingos a las 18. Y cuando vieron que funcionaba, al prime time de tapadillo. ¿Y Antena 3? Repite tanto Los Simpson que algún día podrían dejar de tener gracia; o echa 3 episodios seguidos de 24, que pueden dejar exhausto a cualquiera. ¿Por qué no hacen esto con las series españolas? Será porque ver 3 capítulos seguidos de Los Serrano lobotomizan a cualquiera; o porque no importa en qué orden me pongan Ana y los siete ya que la gilipollez no varía entre capítulos, ni siquiera la continuidad de las tramas y por tanto nadie se daría cuenta.
Habría más razones pero no quiero extenderme, tal vez otro día. Que quede claro que esto no sucede sólo con las series estadounidenses. También pasa con los culebrones latinoamericanos, aunque no sé si habría que hablar de calidad o de otros factores porque ¿a qué mente perversa se le ocurre algo como Frijolito? Terrorífico.