sábado, mayo 05, 2007

Spiderman 3


División de opiniones

Comienza la serie de taquillazos típicamente veraniegos del año y nada mejor que hacerlo con la película más cara de la historia del cine. Nada más y nada menos que 300 millones de dólares (¿alguien ha dicho "300"? ¡au!).

¿Y qué tenemos esta vez? Pues de nuevo a nuestro amigo Peter Parker, felizmente enrollado con Mary Jane, pero no sabe que le va tocar enfrentarse al nuevo Duende Verde, a Sandman y al Simbionte-Venom. Entre medias, rollito amoroso entre Gwen Stacy, MJ, Harry Osborn y Parker. Ah, y un cameo de Stan Lee.

Decir que antes que nada que ésta es sin duda la película más ambiciosa de la saga. Por todo: dinero, villanos, duración (156 minutos), intento de profundizar en los personajes, etc. El refranero español dice que quien mucho abarca poco aprieta y en esta ocasión creo que acierta. La película se desliza por entre los dedos del fan como un puñado de arena y al final el poso que deja es un poco descorazonador.

En primer lugar está el asunto del simbionte. Se supone que el bicho debe sacar lo peor de Parker-Spiderman, mostrar su lado oscuro. El problema es que en la película eso sólo se muestra durante cinco minutos, a ritmo de swing, con Parker convertido en un chulopiscinas. Tal vez lo mejor hubiera sido tener a Spiderman negro en el final de la 2 y arrancar la 3 con la transformación del personaje. Claro que esto arruina una millonaria campaña de marketing. No se puede todo en esta vida. No obstante, el señor Maguire logra hacerlo mínimamente creíble (pese al flequillo maligno) gracias a que pone esa mirada de psicópata que algún día le dará un Oscar por hacer de precisamente eso, de psicópata.

Luego tenemos los villanos. Demasiados. Lo que todo fan espera es un enfrentamiento brutal Spiderman contra Venom, y eso sólo ocurre al final, pero muy al final, en parte debido a lo comentado antes de la historia del traje negro, que se produce mediada la película. El personaje de Sandman no termina muy bien de encajar en la película, es un Guadiana dentro de la misma, y aunque sus secuencias son espectaculares, nos recuerda demasiado a La Momia. Y luego está el Duende Verde 2.0 que logra aguantar el tipo, sobre todo comparándolo con el frío y desangelado duende de la primera parte. Eso sí, ninguno como el Octopus de la segunda parte.

Y finalmente el guión. Los triángulos amorosos Gwen-Peter-MJ y Peter-MJ-Harry no convencen. El hecho de que Harry se dé un golpe en la cabeza, pierda la memoria y se convierta en una monjita me resulta un poco increíble, y Gwen Stacy sobra en todo momento pese a la impresionante mirada de Bryce Dallas Howard.

Ahora la gente se preguntará: ¡por Dios!, ¿es que acaso es taaaaan mala? Ni mucho menos, gracias a que hereda virtudes de las dos entregas anteriores. De la primera, el descubrimiento de Maguire como Peter Parker, pues parece nacido para el personaje; no así para Spiderman, pero sí para el empollón de Queens. También tenemos la química con Dunst, que funciona de maravilla y hace que sus secuencias juntos siempre sean creíbles. A esto añadimos el puñado de magníficos secundarios para redondearlo. Y de la segunda tenemos las secuencias de acción, que captan a la perfección el espíritu del personaje. Nuevamente espectaculares.

¿Y qué aporta de positivo la tercera parte? Un tono más adulto, sobre todo con la pareja protagonista en pantalla, que no vemos en ninguna peli de superhéroes y del que Lucas debería tomar nota. También la presencia del humor, con algunas secuencias muy divertidas como la del maître del restaurante, aunque se echa en falta la ironía de Spidey en sus peleas con los malos.

De la banda sonora no merece la pena ni hablar porque es una fotocopia de las dos anteriores. Bastante impersonal salvo con un par de canciones reconocibles, pero que resultan ser de las dos anteriores.

En resumen, parece que a Sam Raimi le han puesto encima de la mesa un enorme banquete y no sabe por dónde empezar a comer. En vez de dejar platos decide darles un mordisco a todo y al final se produce una pequeña indigestión, aunque la sensación en el paladar sea muy sabrosa.

  • LO MEJOR: la escena del maître, Bruce Campbell aportando su granito de arena.
  • LO PEOR: que hay momentos que se hace muy larga. Con bajones y escenas que sobran a todas luces.
  • NOTA: 6,75/10 (suelo ser muy condescendiente)