sábado, abril 14, 2007

Cuando ver tele es mejor que ir al cine

Definitivamente hoy en día es mejor ver la televisión (al menos algunos programas americanos) que ir al cine. Algunas novedades que realmente merecen la pena.

ME LLAMO EARL

Es mejor ver los cinco primeros minutos de la serie para enterarse (y engancharse).



Una vez visto el vídeo, sólo hace falta explicar un poco más. Earl decide enmendar todas las malas acciones de su vida y hace una lista. En cada capítulo veremos cómo Earl, con la ayuda de su hermano y Catalina, la asistenta mejicana del motel en que se alojan, trata de ajustar cuentas con el karma.
Qué decir. La serie es buenísima, divertidísima, con unos personajes grotescos pero adorables. El propio Earl, su hermano Randy (el gran descubrimiento), la arpía de su ex-mujer, Joy, Darnell, el Hombre Cangrejo o Catalina. Y eso sin contar el puñado de secundarios que aparecen de forma recurrente y que provocan la carcajada inmediata.

SCRUBS
Si House te empieza a cansar, Anatomía de Grey es demasiado ñoña para ti (pero menos que Médico de familia), Urgencias tiene demasiada casquería, M.A.S.H. te pilla muy lejos, Hospital Central te da risa y no sabes lo que es MIR, entonces tienes que ver Scrubs.
Extraña serie a la que me he enganchado hace poco pero con la que me río a carcajadas. Serie con un trasfondo serio donde se cuentan las experiencias de un puñado de inexpertos médicos residentes que llegan a un hospital, narrada en primera persona por el protagonista J.D.
Hasta aquí todo parece normal, pero es cuando entra en escena la multitud de momentos surrealistas y absurdos (muchos de ellos al estilo ...como puedas).



LITTLE BRITAIN
El ¿típico? humor inglés (no, no el de Benny Hill) no apto para todos los públicos. Aquí las situaciones surrealistas se llevan al extremo a través de una serie de sketchs, la mayoría de ellos geniales. El programa se basa en la capacidad de transformación de Matt Lucas y David Walliams, guionistas y protagonistas absolutos de la serie (con permiso del flemático y sarcástico narrador). Los dos cómicos presentan a una galería de estereotipos ingleses de manera gamberra buscando un retrato fiel del país y de la esencia de ser inglés.
Cada persona que ha visto la serie tiene sus preferidos, pero a mí me gustan particularmente Daffyd, el único gay de su pueblo, Sebastian, el ayudante del primer ministro, y las dos damas travestis de época.



Veo que me he centrado en la comedia. Mucho mejor. Es más difícil hacer reír que hacer llorar. Algún día hablaré de Prison Break, Heroes, Perdidos o de todas a la vez. El problema es que no sigo ninguna.

Y sí, ya sé que muchas de estas series sólo se ven si te antenizas, te pones el TDT, el digital o la tele por ADSL, pero existe cierto animal electrónico (y alternativas) donde se pueden conseguir, o al menos eso me han contado. ;-)

No hay comentarios: