sábado, julio 22, 2006

Love actually


Inyección de amor y buen rollo.

Hay una serie de películas que no pueden clasificarse en buenas o malas. Son aquellas películas que uno ve con una sonrisa en la boca. Son aquellas películas en las que uno sale del cine mejor de lo que entró y mira de otra manera a la gente que le rodea. Son las películas
bonitas. Los ejemplos más paradigmáticos pueden ser ¡Qué bello es vivir!, La vida es bella o Amélie. A muchos les pueden parecer empalagosas, algo ñoñas y con el final feliz conocido de antemano. Claro que, al parecer, dicha gente prefiere sórdidos dramas, con trágicos finales que generan una desazón al abandonar la sala. En fin, obviamente Love Actually es una de esas películas bonitas.

El tema de la película es claro: el amor. Se nos muestra las distintas facetas del amor a través de una serie de historias donde se lucen los actores más famosos del cine británico y con una banda sonora cuidadosamente elegida para ser el regalo perfecto en Navidades o San Valentín.
En esta clase de películas con varias historias siempre hay unas mejores que otras. Personalmente, mis preferidas son la del escritor y la portuguesa, y la de la terapia amorosa entre un padre y su hijo de once años. No obstante, el resto de historias no desmerecen y se enlazan bastante bien unas con otras.

El reparto es estelar: Hugh Grant, Alan Rickman, Liam Neeson, Keira Knightley, Laura Linney, Emma Thompson, etc. Todos están bien pero hay uno que me llama la atención: Hugh Grant, que hace de... Hugh Grant; bueno, hace de Primer Ministro (O_o) que se enamora de una empleada de Downing Street. ¡Joder! Este tío no cambia de registro ni a tiros.

El director es el mismo que el de
Cuatro bodas y un funeral (otra película bonita) y la comparación resulta inevitable. Love Actually es bastante parecida en el concepto y en el humor pero siempre está un escalón por debajo ... le falta algo, no termina de rematar. Tal vez sea porque en el fondo sea más predecible de lo deseable y que algunas historias sean relativamente tópicas o por contra, que sean poco creíbles.

En cualquier caso, es una película totalmente recomendable: una buena terapia de amor. Como muestra, una de las frases de la película: “Cuando los aviones se iban a estrellar con las Torres Gemelas todo el mundo que viajaba dentro envió mensajes de amor, nadie envió mensajes de odio”.

  • NOTA: 7/10
  • LO MEJOR: que una película actual acabe con “The End” (el famoso “Te end”) es de agradecer.
  • LO PEOR: ¿qué imagen tienen los ingleses de los portugueses? ¡Por favor! Miedo me da pensar la que tienen de los españoles.

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