Lo peor que le puede pasar a un cruasán es que le hagan una adaptación al cine como ésta: eso pensé mientras visionaba los cinco primeros minutos de la película sentado en el sofá de mi casa.
Para comentar bien esta película habría que distinguir entre los que han leído el libro y los que no lo han hecho.
Para los que no han leído el libro. Se encontrarán con una película un tanto extraña, con falta de continuidad y donde hay varias situaciones que no se entienden muy bien. Además, puede resultar algo extraña y/o aburrida a partes iguales con actores no muy creíbles en sus papeles. Con toda seguridad existen 1000 películas que merecen ser vistas antes que ésta.
Para los que SÍ han leído el libro. El párrafo anterior es perfectamente válido para esta situación pero voy a intentar justificar el porqué ya que yo me encuentro en este grupo. Cuando uno va a ver una adaptación de un libro que ha leído (y encima le ha gustado) se acerca con la mosca detrás de la oreja: la regla de oro de "el libro era mejor" se aplica en el 99% de los casos y éste no es una excepción.
En el papel protagonista nos encontramos a Pablo Carbonell (Pablo Miralles) y éste es uno de los grandes fallos de la película. En el libro, el personaje tiene una ironía y un sentido del humor que apenas se refleja en la película, decantándose ésta por el lado grotesco del protagonista. Ya comenté al leer el libro que Pablo Miralles era una especie de Torrente mordaz con clase; pues bien, la película sólo llega hasta lo de Torrente. Además Carbonell le da un punto maniaco con su mirada que no convence mucho. El resto de personajes son bastante aproximados a los del libro, especialmente los de Fina (Nathalie Seseña) y la madre (Ana María Barbany): es aquí donde la película se aprovecha de que los personajes secundarios no estén muy definidos en la novela.
El otro gran problema de la película es la continuidad: los distintos episodios y acontecimientos del libro están plasmados con bastante fidelidad aunque con un cierto desorden. Este caos desorienta al espectador que ha leído el libro porque le cuesta ubicarse y en ocasiones se nota claramente que se producen saltos en la película y que sólo se pueden entender si se ha leído el libro. Obviamente, para el que ha leído el libro, la película le va a confundir a veces. Pongo como ejemplo la escena en que Pablo y su cuñada contratan un detective haciéndose pasar por matrimonio: él se encuentra perfectamente trajeado cuando en la escena anterior iba mal vestido y además hay que esperar hasta el final de la conversación con el detective para saber por qué están fingiendo el matrimonio. En la novela asistimos de manera brillante a la transformación del protagonista de pordiosero a pijo y a la preparación del engaño, y este capítulo se omite en la película lo que contribuye a liar las cosas. Hay bastantes ejemplos más pero tal vez sea éste el más claro.
Para comentar bien esta película habría que distinguir entre los que han leído el libro y los que no lo han hecho.
Para los que no han leído el libro. Se encontrarán con una película un tanto extraña, con falta de continuidad y donde hay varias situaciones que no se entienden muy bien. Además, puede resultar algo extraña y/o aburrida a partes iguales con actores no muy creíbles en sus papeles. Con toda seguridad existen 1000 películas que merecen ser vistas antes que ésta.
Para los que SÍ han leído el libro. El párrafo anterior es perfectamente válido para esta situación pero voy a intentar justificar el porqué ya que yo me encuentro en este grupo. Cuando uno va a ver una adaptación de un libro que ha leído (y encima le ha gustado) se acerca con la mosca detrás de la oreja: la regla de oro de "el libro era mejor" se aplica en el 99% de los casos y éste no es una excepción.
En el papel protagonista nos encontramos a Pablo Carbonell (Pablo Miralles) y éste es uno de los grandes fallos de la película. En el libro, el personaje tiene una ironía y un sentido del humor que apenas se refleja en la película, decantándose ésta por el lado grotesco del protagonista. Ya comenté al leer el libro que Pablo Miralles era una especie de Torrente mordaz con clase; pues bien, la película sólo llega hasta lo de Torrente. Además Carbonell le da un punto maniaco con su mirada que no convence mucho. El resto de personajes son bastante aproximados a los del libro, especialmente los de Fina (Nathalie Seseña) y la madre (Ana María Barbany): es aquí donde la película se aprovecha de que los personajes secundarios no estén muy definidos en la novela.
El otro gran problema de la película es la continuidad: los distintos episodios y acontecimientos del libro están plasmados con bastante fidelidad aunque con un cierto desorden. Este caos desorienta al espectador que ha leído el libro porque le cuesta ubicarse y en ocasiones se nota claramente que se producen saltos en la película y que sólo se pueden entender si se ha leído el libro. Obviamente, para el que ha leído el libro, la película le va a confundir a veces. Pongo como ejemplo la escena en que Pablo y su cuñada contratan un detective haciéndose pasar por matrimonio: él se encuentra perfectamente trajeado cuando en la escena anterior iba mal vestido y además hay que esperar hasta el final de la conversación con el detective para saber por qué están fingiendo el matrimonio. En la novela asistimos de manera brillante a la transformación del protagonista de pordiosero a pijo y a la preparación del engaño, y este capítulo se omite en la película lo que contribuye a liar las cosas. Hay bastantes ejemplos más pero tal vez sea éste el más claro.
- NOTA: 4,5/10 (debería ser más baja, pero tengo un buen recuerdo del libro).
- Lo mejor: algunos secundarios (Seseña y Barbany).
- Lo peor: Pablo Miralles y el personaje de Gloria, que no tienen personalidad.
- Web de la película
- Más información
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